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Endoftalmitis crónica - Dr Edward Valencia

Uveítis

Funcionamiento del Ojo y Enfermedades.

Endoftalmitis crónica

Endoftalmitis crónica | La endoftalmitis postquirúrgica producida por el Propionibacterium acnes fue reconocida inicialmente a principios de la década de 1980. Es una enfermedad poco común, sin tener hasta la fecha ningún estudio epidemiológico que nos pueda indicar cual es la incidencia de esta enfermedad que ha sido descripta casi exclusivamente asociada a la cirugía de catarata.

Prevención

La causa de las endoftalmitis está asociada en su gran mayoría a la flora periocular. En los últimos años se ha podido demostrar que los gérmenes presentes en piel y mucosas son del mismo tipo que los hallados en muestras intraoculares de pacientes con endoftalmitis. Speaker y colaboradores utilizaron material genético para identificar gérmenes extraídos de muestras de endoftalmitis y comprobaron que en un 82% (14/17) los gérmenes eran indistinguibles de los hallados en conjuntiva, párpados o nariz del paciente. Otros autores hallaron resultados similares.

El único germen anaerobio que coloniza en forma natural la piel y mucosas de los seres humanos es el Propionibacterium acnes. Se lo ha podido encontrar hasta en un 70% de los pacientes testados previo a la cirugía, tanto en conjuntiva como en párpados. Es un bacilo gram positivo, anaerobio o microaerófilo, de crecimiento lento y bajo grado de virulencia. La prevención de las infecciones postquirúrgicas es un tema en el cual todavía existen controversias y ningún método hasta el momento ha sido capaz de eliminar por completo el riesgo de infecciones oculares postquirúrgicas.

Todos los tratamientos profilácticos actuales tienden a disminuir el número de gérmenes que son posibles contaminantes de la cavidad ocular.

Presentación Clínica

La endoftalmitis secundaria a cirugía de catarata producida por el P. acnes puede presentarse de dos formas.

La menos común es que desarrolle un cuadro inflamatorio inmediato a la operación. Estos casos suelen responder mejor a los antibióticos intraoculares, ya que el crecimiento del germen es más veloz y lo hace más susceptible al tratamiento. Hay pocos casos de este tipo reportados, pero alguno de ellos se ha curado solo con una inyección intravítrea de vancomicina. Esta forma es tan poco común que es extremadamente difícil de reconocer y solo se puede hacer el diagnóstico teniendo un cultivo positivo.

La forma más común es la endoftalmitis crónica. Esta se caracteriza por:

  • Desarrollo tardío: normalmente 2-10 meses de la operación, y hasta años más tarde también
  • Secundario a cirugía no complicada, no relacionado a la técnica quirúrgica. Es probable que el lente intraocular se contamine durante la cirugía con organismos del fondo de saco conjuntival o estructuras perioculares, actuando de este modo como vehículo de los bacilos hacia el interior del ojo.
  • Inflamación intraocular que cede inicialmente con corticoides
  • Desarrollo de uveítis anterior granulomatosa, precipitados queráticos gruesos, hipopion sólo a veces, y una placa blanquecina en el saco capsular. Este hallazgo es patognomónico de la enfermedad. Puede haber una o más placas entre el lente intraocular y la cápsula o sencillamente en el saco capsular sin involucrar al lente intraocular. A veces pueden no verse debido a su localización bien periférica asociado a sinequias posteriores. En estudios histopatológicos se vio que estas placas son colonias de organismos algunas veces asociadas a restos cristalineanos.
  • Habitualmente desarrollan una vitreítis importante

El P. acnes es un organismo que queda secuestrado entre los restos capsulares donde un ambiente de falta de oxígeno relativo (microaerófilo) le permite crecer en forma lenta y sin producir mayor daño. Esto constituye el ambiente ideal para su crecimiento. El principal inconveniente es que este organismo produce una reacción inflamatoria que es la responsable del daño ocular. No ha sido descripto una afectación directa del P. acnes a las estructuras intraoculares, como ocurre con la mayoría de los gérmenes que liberan toxinas que son nocivas para los tejidos del ojo. Esto determina el carácter benigno pero crónico de esta infección postquirúrgica.

Diagnóstico

Estas características clínicas son bien sugestivas del diagnóstico de la enfermedad pero para confirmarlo se requiere aislar o identificar el germen, ya que otros organismos pueden causar cuadros similares: estafilococo epidermidis, actinomices, acromobacter, y una variedad de hongos.

El diagnóstico definitivo de endoftalmitis por Propionibacterium acnes se establece demostrando la presencia de un bacilo pleomórfico gram-positivo en la citología, cultivo, histopatología de tejidos intraoculares, o identificando su DNA por PCR.  Una vez obtenidas muestras de humor acuoso y vítreo de ojos sospechosos, deberán emplearse no sólo medios sólidos (sangre, chocolate, Saburaud), sino también caldo de tioglicolato, para maximizar la identificación de los patógenos e identificar gérmenes anaerobios que requieren incubación prolongada. Estos medios de cultivo deberán mantenerse al menos por 2 semanas antes de desecharlos, debido a que el P. acnes es de crecimiento lento.

La incorporación de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) de humor acuoso o vítreo constituye una alternativa diagnóstica altamente específica y confiable cuando los métodos bacteriológicos convencionales son negativos.

En particular la PCR de humor acuoso, constituye un arma valiosa para confirmar el diagnóstico previo a la cirugía, ya que es un procedimiento poco cruento y fácil de realizar. Los resultados positivos en muestras de humor acuoso son superiores al 90% en diversos estudios. Estos valores son altamente superiores al desarrollo de gérmenes en cultivos. (Rossetti, D´Alessandro, ARVO 1996)

 

Tratamiento

No hay un tratamiento único para esta endoftalmitis, ya que variaciones individuales intervienen en la respuesta a las distintas opciones terapéuticas. De mayor a menor complejidad hay diferentes tratamientos que han sido reportados como exitosos en la literatura.

El mayor índice de curación se produce al extraer la totalidad de la cápsula cristalineana, lente intraocular y humor vítreo combinados con la inyección de vancomicina intraocular, sin embargo es el procedimiento más limitante en cuanto a la rehabilitación visual.

Un 86 % de los casos responden en forma permanente con tratamientos que conservan el lente intraocular, lo que justifica la utilización de estos tratamientos conservadores como primeras opciones. (Cuadro 1)

Cuadro 1. Formas de tratamiento de la endoftalmitis crónica